Un solo cerebro coordina escenas, rutinas y automatizaciones, evitando conflictos entre marcas. Desde esa consola, estableces horarios, defines condiciones y recibes notificaciones útiles, no alarmas invasivas. Con instalación profesional, los dispositivos quedan vinculados correctamente y el sistema se calibra a tu espacio real. Así, lo complejo desaparece, y tú solo disfrutas accesos rápidos, comandos por voz confiables y control remoto seguro cuando estás fuera.
Sensores de movimiento, fugas y puertas se comunican con cerraduras, sirenas y cámaras para actuar de forma coordinada. Si se abre una puerta a deshora, la luz exterior se enciende y recibes una alerta con video. Las reglas se personalizan para no disparar falsas alarmas, diferenciando mascotas, viento o visitas esperadas. Con mantenimiento proactivo, baterías y firmware se supervisan, manteniendo el sistema atento, preciso y soportado de manera constante.
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